jueves, 4 de septiembre de 2008

Pájaro Maravilloso


Inaugurado en 1912 con la primera versión de la Maiastra, el tema de los pájaros es aún más revelador. Brancusi partió, en efecto, de un célebre motivo folklórico rumano para terminar a través de un largo proceso de “interiorización” en un tema ejemplar, a la vez arcaico y universal. La Maiastra, o más exactamente Pasarea maiastra (literalmente, “pájaro maravilloso”), es un pájaro fabuloso de los cuentos populares rumanos que asiste al Príncipe Azul (Fat- Frumos) en sus combates y pruebas. En otro ciclo narrativo, la Maiastra consigue robar las tres manzanas de otro que un manzano milagroso producía cada año. Sólo un hijo de rey puede herirla o capturarla. En algunas variantes, una vez herido o capturado, el “pájaro maravilloso” resulta ser un hada. Se diría que Brancusi quizo sugerir este misterio de la doble naturaleza al subrayar en las primeras variantes (1912-1917) la feminidad de la Maiastra.
Pero muy pronto su interés se concentró en el misterio del vuelo. Ionel Jianu recoge estas declaraciones de Brancusi: “He querido que la Maiastra alce la cabeza sin expresar con ese movimiento soberbia, orgullo o desafío. Ese fue el problema más difícil y sólo después de un largo esfuerzo llegue a integrar ese movimiento en el curso del vuelo”. La Maiastra, que en el folclore es casi invulnerable (sólo el Príncipe consigue herirla) se convierte en el pájaro en el espacio; dicho de otro modo, es el “vuelo mágico” lo que se trata de expresar ahora en la piedra. La primera versión de la Maiastra como pájaro en el espacio data de 1919 y la última de 1940. Finalmente, como escribe Jianu, Brancusi logró “transformar el material amorfo en una elipse de superficies translúcidas, de una pureza deslumbrante, que irradia la luz y encarna por su irresistible impulso la esencia del vuelo”.

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