miércoles, 15 de noviembre de 2017

Suspendida en el canto vertical de los pájaros



Buceando trinos cercanos y bajos,
los que silban suave y lejano,
altos aleteos,
veloces colibríes peregrinos en el ceibo,
que vienen y van,
liban y se alejan,
 vuelos rasantes,
llamadas urgidas y demoradas respuestas entre el ciruelo y el laurel,
nidos inquietos en los pinos y alguno que suele cantar siempre en la verde cima solitaria…

Todo vuela en esta fluidez de encantamiento
 (ninfas sonrientes y escondidas…)
y los jazmines aletean y la lavanda mecida por la brisa y las retamas encendidas
y estallan en canciones los geranios, margaritas, caléndulas…
y las intensas rosas orantes y los purísimos azahares, estrellas de plata camufladas en el limonero…

Todos los perfumes ascienden y descienden del cielo
y entonan profundas corrientes ocultas.
Todos los pájaros perfumean su vuelo.
Porque el tiempo está suspendido, aéreo y sin gravedad.
Todo canta desde adentro el Silencio del Día.
Y los versos se despegan de sus ramas…

-¿Dónde estás, María? pregunta como siempre
el Misterio.
-En Ti, mi Señor.
En el silbo de los aires amorosos…
En el Jardín.

jueves, 26 de octubre de 2017

Gaviota de mar



Viajera incansable, tu blanca figura
se mezcla en la inquieta espuma del mar,
buscando horizontes de cielos lejanos
en loca quimera de yodo y de sal.

Ni el helado otoño, ni el sol del verano
cegaron tu anhelo de andar y de andar,
seguirás buscando por rutas del aire
tu puerto que nunca podrás alcanzar.

Si acaso pudieras prestarme tus alas
quisiera seguirte por donde tú vas,
cruzando los mares, buscando otros rumbos,
hallar lo perdido que no puedo hallar.

Mi amor se ha ido lejos, quisiera encontrarlo,
si tú no me ayudas no podré llegar,
prestame lo tuyo, tus alas, tus mares,
tus playas doradas, gaviota de mar.

martes, 29 de agosto de 2017

Yo lo pregunto




Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.
Aunque sea jade se quiebra,
Aunque sea oro se rompe,
Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
Sólo un poco aquí.




martes, 9 de mayo de 2017

En la jaula



A las jaulas no las quiero,
porque sus alambres son,
los que sirven de prisión,
al canario o al jilguero.
El pájaro prisionero,
también la tendrá que odiar,
nadie podrá interpretar
lo que piensan, lo que dicen,
para mi que la maldicen,
con su cantar y cantar.

Por esa causa, cantando
pasa el pájaro sus días,
pero esas son ironías ,
el pobre vive llorando
con su canto va alejando
de su lado la tristeza,
y comete esa rareza,
que a el mismo lo está engañando,
es como el que vive odiando,
que queriendo morder besa.

El que vive en libertad,
por el monte, la pradera.
Hace nido donde quiera,
y siempre cantando está,
su hermosura donde va,
el sol la hace relucir,
el preso habrá de vivir,
según por lo que yo veo,
por el enorme deseo,
que tiene de no morir.