martes, 9 de mayo de 2017

En la jaula



A las jaulas no las quiero,
porque sus alambres son,
los que sirven de prisión,
al canario o al jilguero.
El pájaro prisionero,
también la tendrá que odiar,
nadie podrá interpretar
lo que piensan, lo que dicen,
para mi que la maldicen,
con su cantar y cantar.

Por esa causa, cantando
pasa el pájaro sus días,
pero esas son ironías ,
el pobre vive llorando
con su canto va alejando
de su lado la tristeza,
y comete esa rareza,
que a el mismo lo está engañando,
es como el que vive odiando,
que queriendo morder besa.

El que vive en libertad,
por el monte, la pradera.
Hace nido donde quiera,
y siempre cantando está,
su hermosura donde va,
el sol la hace relucir,
el preso habrá de vivir,
según por lo que yo veo,
por el enorme deseo,
que tiene de no morir.