viernes, 20 de abril de 2012

Poeta y zorzal


Zorzalito mal herido
¡Cómo me duele ese hondazo!
Poder tenerte en mis brazos
y darte en mi pecho, nido.
Zorzalito mal herido.

¡Qué sabía de la vida,
de lo lindo y de lo fiero!
Chico, muy chico el hondero,
grande, muy grande su herida.

Tus ojos en agonía
me marcaron la lección
diciendo a mi corazón
en una mirada fría:
"llegará, llegará el día
en que seas hombre cabal,
y marcharás, por tu mal,
pobre, triste, atormentado.
Has muerto el canto sagrado
en la garganta'el zorzal.

Hermano: pagué la cuenta
y me desangro viviendo;
hondazos me van hiriendo
la canción que me sustenta.
Hermano, pagué la cuenta.

Hacerte en mi pecho nido,
darte tibieza en mis brazos.
¡Cómo me duele ese hondazo,
zorzalito mal herido!

Nunca se hiera a un zorzal
ni se lastime a un poeta;
cantan los dos la secreta
canción del suelo natal.

Canto tu misma canción,
hermano, y como castigo
llevo por siempre conmigo
herido, tu corazón.

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