miércoles, 11 de abril de 2012

Colibríes



y entre las aves todas admiraban al colibrí
por los colores de su plumaje
la elocuencia de su pico
su obstinada preferencia por el rojo

no sabían
(no podían saber)

que está obligado a batir las alas
doscientas veces por segundo
y precisa del néctar de mil flores

sus patas son hostiles al suelo
algunas noches cae
como muerto en las ramas
doblegado por el peso
de su enorme corazón