miércoles, 17 de agosto de 2011
El ataja-caminos
que un tardo crepúsculo tapa de ceniza,
su evasiva sombra de espectro desliza,
o, pegado al suelo, se borra en la arena.
Más meditabunda pónese la calma.
El paso, más sordo, la arena derruye.
Y en el suave pájaro que va, vuelve y huye,
parece que al campo se le turba el alma.
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3 comentarios:
¿Son estos versos de Leopoldo Lugones?
Así es don Sade. Estos versos estás extraídos de las "Poesías completas" de Leopoldo Lugones. Gracias por pasar y preguntar. Saludos
Los versos pertenecen al "Libro de paisajes" en la parte con el título: "Alas"...
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