martes, 17 de abril de 2012

El legado



El picaflor está muy viejo,
no liba más el picaflor
y del estanque en el espejo
hurta su tornasol, con dejo
de desconsuelo y de dolor.

Por la mañana, ya no suelta
sutil la flecha iridisada,
ni acepta de la rosa esbelta
corola, donde hundía resuelta
la decisión de su estocada.

La solícita primavera,
bríndale el zumo y el color;
la brisa matinal lo espera,
mas nieve cae en la hoguera
del corazón del picaflor.

Cuando bruñían juveniles
soles las gracias de su esmalte,
días que alocado en los pensiles
disputó cálices gentiles
contra iracundos gerifaltes...

Enamorado de una estrella
peregrinó;
si consiguió la gracia aquella
jamás lo dijo, mas la bella
nunca en el cielo apareció.

Blanca magnolia era su nido,
su hostia de fe rocío auroral,
y saludaba al sol herido
tinta en la sangre del vencido
su flecha lírica y triunfal.

Esta mañana, su vecinita
mariposa, al revolar,
vio en la magnolia, manuscrita
la roja herencia nobiliar:
"Para constantes soñadores,
para el que canta en fe y amor,
sean mis palacios y mis flores,
mis ambrosías, mis colores,
y todo el cielo.
El Picaflor"

Tarde tu dádiva ha llegado,
tarde, muy tarde, volador...
Oh juventud, toma el legado,
tengo mi corazón helado
como el del pobre picaflor.

2 comentarios:

Tolhuin dijo...

Querido Gaucho:
¡Qué lindo escribe don Julio! Estuve leyendo y disfrutando de su poesía gracias a este blog.
¿Hay más, verdad?

Un abrazo.

Un Colibrí Viajero dijo...

Hola, disculpa la demora en visitarte, agradecida por tu comentario en mi blog, he paseado por el tuyo y es muy bello! esta entrada es maravillosa, sinceramente un deleite a los ojos, mis humildes felicitaciones y un gran honor visitar tu hogar de letras ( blog ) donde se siente una muy a gusto por la paz que transmite, saludos y exelente semana!