lunes, 8 de noviembre de 2010
jueves, 23 de septiembre de 2010
Tordo viejo
Información gracias a Carlos Quilmes Lopez!!!
Jorge Viñas su verdadero nombre: Jorge Antonio Berchessi ) nació en Tunuyán provincia de Mendoza Rep. Argentina el 5 de Noviembre de 1944 .
Cantor, Compositor autor y Guitarrista.
Aprendió danzas criollas con Italo Godoy, y Música regional con Alberto Rodríguez.
A los 14 años estudio guitarra con Tito Francia en la capital mendocina.
Aquí nos interpreta una Cueca Cuyana Tordo Viejo también hay dialogo .
Este vídeo es una porción del programa emitido por Canal 21 programa conducido por el Músico Santafecino jorge suligoy que vive desde muy pequeño en la Provincia de Misiones. Aquí su Página: http://www.jorgesuligoy.com.ar/
Muchos datos que figuran aquí fueron tomados del "Diccionario del Quehacer Folklórico Argentino" Autores : Héctor García Martínez y Ismael Russo, el cual es muy recomendable para el que quiere profundizar en el tema Folklore ya que implica un trabajo Biográfico de 500 paginas sobre interpretes , Compositores ,Cantores , Recitadores y mas. Si alguien tiene interés en el Libro escriba aquí: hgarciaguitarras@hotmail.com
TORDO VIEJO
Cueca cuyana
Letra de
Rafael Chocho Arancibia Laborda
Música de
Juan Francisco Frutero
I
A mis años tropecé
con unos ojazos pardos
y lo colgué a San Benito
pa que se hiciera el milagro.
Eran ojos orientales,
sombríos y puñaleros,
que me ataron a su boca
pa que probara el veneno.
Así empezó
mi padecer.
Se me han pegao como abrojo
esos ojos de mujer.
Por hacerme el tordo viejo
caí preso de un querer.
II
Cuando conocí esos ojos
me encomendé a la prudencia
pero ahora yo los adoro
sin medir las consecuencias.
Ojos bellos, hechiceros,
con que alumbro mi ansiedad,
pero si se van me dejan
en horrible oscuridad.
Así empezó
mi padecer.
Se me han pegao como abrojo
esos ojos de mujer.
Por hacerme el tordo viejo
caí preso de un querer..
Jorge Viñas su verdadero nombre: Jorge Antonio Berchessi ) nació en Tunuyán provincia de Mendoza Rep. Argentina el 5 de Noviembre de 1944 .
Cantor, Compositor autor y Guitarrista.
Aprendió danzas criollas con Italo Godoy, y Música regional con Alberto Rodríguez.
A los 14 años estudio guitarra con Tito Francia en la capital mendocina.
Aquí nos interpreta una Cueca Cuyana Tordo Viejo también hay dialogo .
Este vídeo es una porción del programa emitido por Canal 21 programa conducido por el Músico Santafecino jorge suligoy que vive desde muy pequeño en la Provincia de Misiones. Aquí su Página: http://www.jorgesuligoy.com.ar/
Muchos datos que figuran aquí fueron tomados del "Diccionario del Quehacer Folklórico Argentino" Autores : Héctor García Martínez y Ismael Russo, el cual es muy recomendable para el que quiere profundizar en el tema Folklore ya que implica un trabajo Biográfico de 500 paginas sobre interpretes , Compositores ,Cantores , Recitadores y mas. Si alguien tiene interés en el Libro escriba aquí: hgarciaguitarras@hotmail.com
TORDO VIEJO
Cueca cuyana
Letra de
Rafael Chocho Arancibia Laborda
Música de
Juan Francisco Frutero
I
A mis años tropecé
con unos ojazos pardos
y lo colgué a San Benito
pa que se hiciera el milagro.
Eran ojos orientales,
sombríos y puñaleros,
que me ataron a su boca
pa que probara el veneno.
Así empezó
mi padecer.
Se me han pegao como abrojo
esos ojos de mujer.
Por hacerme el tordo viejo
caí preso de un querer.
II
Cuando conocí esos ojos
me encomendé a la prudencia
pero ahora yo los adoro
sin medir las consecuencias.
Ojos bellos, hechiceros,
con que alumbro mi ansiedad,
pero si se van me dejan
en horrible oscuridad.
Así empezó
mi padecer.
Se me han pegao como abrojo
esos ojos de mujer.
Por hacerme el tordo viejo
caí preso de un querer..
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Cueca de la clueca
La gallina cordobesa
cuando pone un huevo reza;
la gallina de La Rioja
con sus pollos no se enoja,
pero cuando es mendocina
baila cueca la gallina.
La gallina de Formosa,
cacareando es muy famosa.
La gallina si es Chaqueña
con sus piojos más se empeña
pero cuando es mendocina
baila cueca la gallina
y si acaso es de San Luis
baila cueca muy feliz.
Más para bailar la cueca
debe estar clueca, debe estar clueca,
cuequita de la cluequita
mi gallinita quiere bailar,
miren como baila cueca
la mendocina de mi gallina,
para mi que no sabía
por su alegría será mamá.
Si la gallina es pampeana
nunca te hace una macana.
y si nace por Corrientes
tiene pico en vez de dientes,
pero cuando es mendocina
baila cueca la gallina.
La gallina de Entre Ríos
meta bulla y meta líos,
si es oriunda de La Boca
a los gallos alborota,
y si acaso es de San Luis
baila cueca muy feliz.
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¿Huevo o gallina?,
Canciones,
Carlos Ceretti
Doña Gaviota
¡Muy buenos días
doña Gaviota!,
¿qué dice ud?
¿Cómo le ha ido
volando mares
buscando un pez?.
Al fin y al cabo
los dos estamos
sobre la arena
y nos mojamos
las ilusiones
con olas nuevas.
Si me acompaña
voy caminando
al faro aquél.
Mientras me cuenta
de sus amores
con un petrel.
Y yo le cuento
todas mis cosas
desde la orilla,
pues la tarea
de soñar solo
no es tan sencilla.
Ud volando,
yo caminando;
vaya pareja
que le parece
si ambos contamos
los ahujeritos
de las almejas.
Usted volando
yo caminando
charlando lento
y a las gaviotas
enamoradas
jamás les miento.
Si me detengo
es porque encuentro
un caracol.
Que se destaca
por su color
en mi colección.
Si usted se posa
muy cerca mío
me quedo quieto,
porque a su mundo,
como usted nota:
doña Gaviota,
yo lo respeto.
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Canciones,
Carlos Ceretti,
gaviota
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Aves y literatura II
" Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma
al aire de tu vuelo, y fresco toma.
Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos"...
Vaya por delante que a todo naturalista, y si es ornitólogo aún más, nos cabe el honor de que un ave haya inspirado lo que para muchos es la estrofa más perfecta de la poesía de todos los tiempos y de todos los países.
Es una de las que conforman el inagotable "Cántico Espiritual" de San Juan de la Cruz, sin duda uno de los grandes escritores de la Historia que más cerca sintieron a la Naturaleza en su conjunto. A riesgo, es más, de que se me tache de demasiado arrimador de agua para mi molino creo que su misticismo tiene un fuerte tinte panteísta. En cualquier caso, no cabe la menor duda de que los escenarios y las principales imágenes del poeta santo son casi siempre del mundo de lo espontáneo y de lo rural.
"La noche sosegada,
en pos de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora".
uno de sus momentos de máxima inspiración nos está metaforeando nada menos que al roquero solitario una de nuestras aves más bellas y de mejor canto. Ciertamente, que algo vivo y llamativo parezca llevar una vida de alejamiento y recato, ascética en suma, pone fácil la relación. De hecho, el mismo San Juan de la Cruz en los comentarios de sus propios versos reconoce que se sintió o fue hecho como el "paxaro solitario" como una suerte de iluminación porque las cualidades del ave, se entendía entonces, eran nada menos que se pone en lo más sobresaliente, que mira como casi todas las aves permanentemente hacia donde sopla el viento, y en consecuencia acepta el profundo mensaje del aire. La soledad sería la tercera cualidad, desapego de los demás que tanto requiere el misticismo. Aducían, al mismo tiempo, que no tenía color, si bien el roquero macho es de una brillante coloración azul oscura. Por último, la belleza del canto evoca, como siempre lo ha hecho a lo largo de la historia de la poesía, iguales capacidades por parte del poeta.
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Como pajaros,
San Juan de la Cruz
martes, 14 de septiembre de 2010
Aves y literatura
El ave sube sin peso y sin esfuerzo, como nuestra envidia. El ave está en el aire y es poco más que aire, como todos los deseos incumplidos. El ave concede fantasías a los ojos y marejadas sonoras a los tímpanos, como si arte fuera. El ave escribe en los aires alfabetos evanescentes, como el poeta olvidado. El ave es una fronda de músicas, como los atardeceres lo son de luces. El ave es jinete de la nube y la tormenta, como nosotros de la vida. El ave es balandro en las encalmadas, como los hilos de la virgen de las brisas otoñales. El ave siega a quienes siegan nuestras cosechas, como un buen amigo. El ave, en suma, es el cordón umbilical entre la tierra y su bóveda, como toda alma cansada.
Y además es uno de los más dinámicos provocadores de metáforas, símbolos y descripciones.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
La mirada contemplativa
Pintora: Menchu Ruiz de Almdóvar Rivera.
"Miren a los pájaros del cielo, observen los lirios del campo", dijo el Maestro de Nazareth...
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen acaso ustedes más que ellos?” (Mateo 6, 25-26)
Filósofos y teólogos de todas clases han reflexionado acerca del origen o autor de los lirios, pero para ellos pasaron inadvertidos los lirios. Científicos e investigadores de todo tipo han considerado los componentes y funciones de los lirios, pero olvidaron los lirios. Políticos y economistas de todo género han buscado los posibles usos de las flores. Amantes y adoradores los han encontrado para ponerlos a los pies de un altar o en el pecho del amado. Artistas y gente común miran la belleza de los lirios y se esfuerzan por descubrir o delimitar su forma o al menos oler su fragancia.
Nosotros hemos sido educados para usar intermediarios, pare ser consumidores de todas las cosas, incluidos los lirios, y sólo somos capaces o nos interesamos momentáneamente en analizarlos o comentarlos como buenos periodistas, de tal modo que, más tarde, bien nosotros mismos u otros puedan aprovecharse de nuestros experimentos. Si la mayoría de nuestros contemporáneos hubieran sido testigos, dicen de los sucesos de Belén o del Cenáculo, hubiéramos tenido muchísimas mas fotografías, poro no hubiéramos experimentado esos sucesos.
Los creyentes modernos, todavía se quejan de que los Evangelistas, por ejemplo, fueron demasiado sobrios al describir los hechos de la vida de Jesús. San José debería haber tenido una pequeña cámara y una grabadora escondida, entonces nosotros hubiéramos realmente "sabido".
El ciudadano moderno medio cree hoy que el Hombre "conoce" casi todas las cosas sobre los lirios, su vida sexual por supuesto, la química de su color, la función del polen, los tipos de variedades, su valor en el mercado, sus usos simbólicos, su metabolismo con la tierra ¿y cuántas cosas más?
Sin embargo los lirios son. No lo que ellos son "allí", porque ellos son también "aquí", no lo que fueron (quizás menos contaminados en la época en que el joven rabino nos dijo que los observáramos) porque los lirios son también ahora. Observar a los lirios no es mirarlos fijamente aquí o allí, ahora, antes o después. Conocer los lirios es más que situarlos en el espacio o en el tiempo o analizar sus funciones y pares. Conocer es más que clasificar y que ser capaces de predecir comportamientos.
Para ser precisos, las escrituras nos dicen que miremos a los pájaros, que tengamos en cuenta a los cuervos y a los lirios y que de nuevo observemos lirios (Mateo 6:26f. Lucas, 12:24f.). Este no es el lugar para una exégesis literaria. Los tres verbos convergen en el mismo significado: Contemplar los pájaros y los lirios.
Mirar a los pájaros en el cielo, es verlos volar. Uno recuerda aquellos versos de Acharya Atisa, el gran sabio budista de la tradición Mahayana en el siglo XI, que decía que un pájaro sin sus alas desplegadas no puede volar hacia el cielo de igual forma que un hombre cuya sabiduría primordial no haya sido desplegada, no podrá contribuir al bienestar de mundo. (Bodhi-patha-pradipa, 35-6) mirar a los pájaros es volar con ellos. Contemplar es la actividad holística indivisible, la cual nosotros continuamente dividimos en teoría y práctica.
Contemplar los lirios no es considerar como crecen y sacar la conclusión de que nosotros no debemos trabajar. No es cogerlos como un mero ejemplo. Deshacerse de toda ansiedad, puede ser la consecuencia de mirar los lirios, pero mirarlos es un acto aún más esencial. Nosotros no miramos realmente los lirios, si lo hacemos para vencer la ansiedad. Nosotros necesitamos estar ya en calma ("morando en la calma" como dicen los budistas). La requerida no-ansiedad, para observar debidamente los lirios y mirar a los pájaros.
Realmente mirar los lirios es conocerlos, lo que únicamente es posible si nosotros somos libres, no sólo de los prejuicios, sino también de todas las otras cosas que puedan perturbar nuestra mente. En un lenguaje tradicional nosotros solo podemos conocer verdaderamente si nuestro espíritu es puro, si está vacío. Sólo la vacuidad hace las cosas transparentes y cede espacio a la libertad. "El corazón de la iluminación es el espacio" dijo Santideva, otro santo budista del siglo XVIII (como es citado en el ya mencionado Atisa).
Conocer los lirios, es llegar a ser lirio –no como consecuencia de una transfiguración- desde luego. Esto no es posible si nosotros tenemos miedo de perder nuestra identidad al convertirnos solamente en una planta, aún siendo una bonita flor. Nosotros somos más que flores como el texto nos recuerda. No estamos hablando de una "participación mística" romántica o de una identificación amorfa antes de la lógica. Cuanto más somos el otro más somos nosotros mismos. Amar al vecino como a uno mismo, no es el tratamiento amable que se le da al vecino como a otro yo. Pare estar seguros nosotros no queremos dejar de ser nosotros mismos y ser convertidos en un lirio. Pero para ser nuestro ser verdadero debemos trascender nuestro ego y llegar a ser también lirios. Esto es, llegar a ser lo que todavía no somos. Este sobrepasar nuestros límites, tiene designación filosófica de trascendencia y el simple nombre de amor.
El amor está en la raíz del entendimiento. Este es un descubrimiento que la mayoría de las tradiciones han hecho. Amor no es estar catapultado hacia lo amado. Sin conocimiento existe el peligro de la alienación, no es verdadero amor. Pero conocer sin amor no es verdadero conocimiento. Sólo es coger, aprehender, apropiarse, en definitiva un robo, un saqueo. La Ecosofía debería "saber" esto.
Conocer de verdad es llegar a ser la cosa conocida sin dejar de ser lo que uno es, "llegar a ser" no es solamente cambio, no es un movimiento de lo que somos a lo que deberíamos ser. Llegar a ser es el verdadero crecimiento del ser –siendo-. Es el verdadero ritmo de la realidad. Tener en cuenta que los lirios crecen es dejarlos crecer tanto hacia dentro como hacia fuera, en los campos de la tierra y de igual forma en el campo de nuestra conciencia y en el reino divino. Para conocer los lirios tenemos que estar con ellos. Esto es experiencia. Necesitamos mirarlos más ampliamente. Esto es observación. No necesitamos arrancarlos, hacer violencia con ellos. Esto es un experimento.
La experiencia permite que los lirios crezcan en mí, la observación me deja crecer en los lirios, experimentar es explorar el crecimiento de los lirios cualquiera que sea el uso que nosotros creamos que deban tener. Lo primero tiene que seguir el ritmo de la naturaleza, lo segundo nuestro ritmo, lo tercero precisa incluirla aceleración y ello tienen que romper el ritmo. No hay tiempo que perder. Existe un inamovible sentido de la urgencia. La vida es sentida como una labor urgente (hacer algo) no necesariamente como un acto importante (ser).
La visión de la Realidad es la visión que la Realidad tiene en nosotros, es llegar a ser real. Este es el acto humano, ser un partícipe en el mundo creativo como los Vedas nos recuerdan (RVI, 164,37). La visión de la realidad no son nuestras nuevas o viejas perspectivas acerca de lo real, sino la visión que la Realidad misma revela en mí.
Cuanto más puro y vacío esté, mayor será la visión, menos distorsionada la imagen. Nosotros somos espejos de la totalidad. Esta es la específica dignidad del Hombre, dijeron los escolásticos cristianos, ser capaz de especular, es decir, ser un espejo de lo Real.
Pero el texto no olvida mencionar en su contexto, los pájaros del cielo, las flores del campo. El cielo y el campo forman el contexto de nuestra visión contemplativa. No hay pájaros o lirios como tales –no sólo en mí- por supuesto. El cielo y el campo son os mediadores de nuestra visión, no son los intermediarios. Pájaro y cielo, lirio y campo se pertenecen conjuntamente. No hay pájaro sin cielo ni lirio sin campo y viceversa, no hay cielo o campo sin "algo" dentro. Una visión holística diferencia pero no separa. Ahora bien, hay un esplendor en sí mismo de la Realidad, el svayamprakasa de la tradición hindú. La visión entonces no es ya un dibujo objetivo o una visión subjetiva. La visión es invisible, como la luz que ilumina, pero es oscuridad en el aislamiento. Benditos son aquellos que han alcanzado la infinita ignorancia (III Centuria, 88) dice Evagrius Pontius, otro sabio de la tradición del Oeste.
La contemplación no está ciega, pero no es meramente una visión, un testigo. Es también acción. Es la construcción del templo en el cual se realiza la Realidad. Nosotros somos espectadores, actores y autores de la realidad –no cuando estamos solos- aislados, sin cuando somos todos uno, integrados. Un camino hacia esta integración y un resultado de la misma (el upaya anupaya, el camino sin camino, el no hacer nada especial del Sivaismo de Cachemira) es mirar los pájaros y observar los lirios.
La rosa existe sin por qué ni motivo: florece porque florece.
No es consciente de sí misma, no se pregunta si es mirada.
(Angelus Silesius)
"Miren a los pájaros del cielo, observen los lirios del campo", dijo el Maestro de Nazareth...
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen acaso ustedes más que ellos?” (Mateo 6, 25-26)
Filósofos y teólogos de todas clases han reflexionado acerca del origen o autor de los lirios, pero para ellos pasaron inadvertidos los lirios. Científicos e investigadores de todo tipo han considerado los componentes y funciones de los lirios, pero olvidaron los lirios. Políticos y economistas de todo género han buscado los posibles usos de las flores. Amantes y adoradores los han encontrado para ponerlos a los pies de un altar o en el pecho del amado. Artistas y gente común miran la belleza de los lirios y se esfuerzan por descubrir o delimitar su forma o al menos oler su fragancia.
Nosotros hemos sido educados para usar intermediarios, pare ser consumidores de todas las cosas, incluidos los lirios, y sólo somos capaces o nos interesamos momentáneamente en analizarlos o comentarlos como buenos periodistas, de tal modo que, más tarde, bien nosotros mismos u otros puedan aprovecharse de nuestros experimentos. Si la mayoría de nuestros contemporáneos hubieran sido testigos, dicen de los sucesos de Belén o del Cenáculo, hubiéramos tenido muchísimas mas fotografías, poro no hubiéramos experimentado esos sucesos.
Los creyentes modernos, todavía se quejan de que los Evangelistas, por ejemplo, fueron demasiado sobrios al describir los hechos de la vida de Jesús. San José debería haber tenido una pequeña cámara y una grabadora escondida, entonces nosotros hubiéramos realmente "sabido".
El ciudadano moderno medio cree hoy que el Hombre "conoce" casi todas las cosas sobre los lirios, su vida sexual por supuesto, la química de su color, la función del polen, los tipos de variedades, su valor en el mercado, sus usos simbólicos, su metabolismo con la tierra ¿y cuántas cosas más?
Sin embargo los lirios son. No lo que ellos son "allí", porque ellos son también "aquí", no lo que fueron (quizás menos contaminados en la época en que el joven rabino nos dijo que los observáramos) porque los lirios son también ahora. Observar a los lirios no es mirarlos fijamente aquí o allí, ahora, antes o después. Conocer los lirios es más que situarlos en el espacio o en el tiempo o analizar sus funciones y pares. Conocer es más que clasificar y que ser capaces de predecir comportamientos.
Para ser precisos, las escrituras nos dicen que miremos a los pájaros, que tengamos en cuenta a los cuervos y a los lirios y que de nuevo observemos lirios (Mateo 6:26f. Lucas, 12:24f.). Este no es el lugar para una exégesis literaria. Los tres verbos convergen en el mismo significado: Contemplar los pájaros y los lirios.
Mirar a los pájaros en el cielo, es verlos volar. Uno recuerda aquellos versos de Acharya Atisa, el gran sabio budista de la tradición Mahayana en el siglo XI, que decía que un pájaro sin sus alas desplegadas no puede volar hacia el cielo de igual forma que un hombre cuya sabiduría primordial no haya sido desplegada, no podrá contribuir al bienestar de mundo. (Bodhi-patha-pradipa, 35-6) mirar a los pájaros es volar con ellos. Contemplar es la actividad holística indivisible, la cual nosotros continuamente dividimos en teoría y práctica.
Contemplar los lirios no es considerar como crecen y sacar la conclusión de que nosotros no debemos trabajar. No es cogerlos como un mero ejemplo. Deshacerse de toda ansiedad, puede ser la consecuencia de mirar los lirios, pero mirarlos es un acto aún más esencial. Nosotros no miramos realmente los lirios, si lo hacemos para vencer la ansiedad. Nosotros necesitamos estar ya en calma ("morando en la calma" como dicen los budistas). La requerida no-ansiedad, para observar debidamente los lirios y mirar a los pájaros.
Realmente mirar los lirios es conocerlos, lo que únicamente es posible si nosotros somos libres, no sólo de los prejuicios, sino también de todas las otras cosas que puedan perturbar nuestra mente. En un lenguaje tradicional nosotros solo podemos conocer verdaderamente si nuestro espíritu es puro, si está vacío. Sólo la vacuidad hace las cosas transparentes y cede espacio a la libertad. "El corazón de la iluminación es el espacio" dijo Santideva, otro santo budista del siglo XVIII (como es citado en el ya mencionado Atisa).
Conocer los lirios, es llegar a ser lirio –no como consecuencia de una transfiguración- desde luego. Esto no es posible si nosotros tenemos miedo de perder nuestra identidad al convertirnos solamente en una planta, aún siendo una bonita flor. Nosotros somos más que flores como el texto nos recuerda. No estamos hablando de una "participación mística" romántica o de una identificación amorfa antes de la lógica. Cuanto más somos el otro más somos nosotros mismos. Amar al vecino como a uno mismo, no es el tratamiento amable que se le da al vecino como a otro yo. Pare estar seguros nosotros no queremos dejar de ser nosotros mismos y ser convertidos en un lirio. Pero para ser nuestro ser verdadero debemos trascender nuestro ego y llegar a ser también lirios. Esto es, llegar a ser lo que todavía no somos. Este sobrepasar nuestros límites, tiene designación filosófica de trascendencia y el simple nombre de amor.
El amor está en la raíz del entendimiento. Este es un descubrimiento que la mayoría de las tradiciones han hecho. Amor no es estar catapultado hacia lo amado. Sin conocimiento existe el peligro de la alienación, no es verdadero amor. Pero conocer sin amor no es verdadero conocimiento. Sólo es coger, aprehender, apropiarse, en definitiva un robo, un saqueo. La Ecosofía debería "saber" esto.
Conocer de verdad es llegar a ser la cosa conocida sin dejar de ser lo que uno es, "llegar a ser" no es solamente cambio, no es un movimiento de lo que somos a lo que deberíamos ser. Llegar a ser es el verdadero crecimiento del ser –siendo-. Es el verdadero ritmo de la realidad. Tener en cuenta que los lirios crecen es dejarlos crecer tanto hacia dentro como hacia fuera, en los campos de la tierra y de igual forma en el campo de nuestra conciencia y en el reino divino. Para conocer los lirios tenemos que estar con ellos. Esto es experiencia. Necesitamos mirarlos más ampliamente. Esto es observación. No necesitamos arrancarlos, hacer violencia con ellos. Esto es un experimento.
La experiencia permite que los lirios crezcan en mí, la observación me deja crecer en los lirios, experimentar es explorar el crecimiento de los lirios cualquiera que sea el uso que nosotros creamos que deban tener. Lo primero tiene que seguir el ritmo de la naturaleza, lo segundo nuestro ritmo, lo tercero precisa incluirla aceleración y ello tienen que romper el ritmo. No hay tiempo que perder. Existe un inamovible sentido de la urgencia. La vida es sentida como una labor urgente (hacer algo) no necesariamente como un acto importante (ser).
La visión de la Realidad es la visión que la Realidad tiene en nosotros, es llegar a ser real. Este es el acto humano, ser un partícipe en el mundo creativo como los Vedas nos recuerdan (RVI, 164,37). La visión de la realidad no son nuestras nuevas o viejas perspectivas acerca de lo real, sino la visión que la Realidad misma revela en mí.
Cuanto más puro y vacío esté, mayor será la visión, menos distorsionada la imagen. Nosotros somos espejos de la totalidad. Esta es la específica dignidad del Hombre, dijeron los escolásticos cristianos, ser capaz de especular, es decir, ser un espejo de lo Real.
Pero el texto no olvida mencionar en su contexto, los pájaros del cielo, las flores del campo. El cielo y el campo forman el contexto de nuestra visión contemplativa. No hay pájaros o lirios como tales –no sólo en mí- por supuesto. El cielo y el campo son os mediadores de nuestra visión, no son los intermediarios. Pájaro y cielo, lirio y campo se pertenecen conjuntamente. No hay pájaro sin cielo ni lirio sin campo y viceversa, no hay cielo o campo sin "algo" dentro. Una visión holística diferencia pero no separa. Ahora bien, hay un esplendor en sí mismo de la Realidad, el svayamprakasa de la tradición hindú. La visión entonces no es ya un dibujo objetivo o una visión subjetiva. La visión es invisible, como la luz que ilumina, pero es oscuridad en el aislamiento. Benditos son aquellos que han alcanzado la infinita ignorancia (III Centuria, 88) dice Evagrius Pontius, otro sabio de la tradición del Oeste.
La contemplación no está ciega, pero no es meramente una visión, un testigo. Es también acción. Es la construcción del templo en el cual se realiza la Realidad. Nosotros somos espectadores, actores y autores de la realidad –no cuando estamos solos- aislados, sin cuando somos todos uno, integrados. Un camino hacia esta integración y un resultado de la misma (el upaya anupaya, el camino sin camino, el no hacer nada especial del Sivaismo de Cachemira) es mirar los pájaros y observar los lirios.
La rosa existe sin por qué ni motivo: florece porque florece.
No es consciente de sí misma, no se pregunta si es mirada.
(Angelus Silesius)
Pajaros
PÁJAROS
Nos miran los pájaros;
acoplan sus picos,
nosotros, los labios..
Ellos canturrean,
nosotros susurramos
mirándonos el uno al otro.
Los pájaros en la frágil rama
de un acogedor y viejo árbol;
nosotros, sin apenas nido.
Ellos nos envidian,
a pesar que no nos ven volar,
con amor a flor de piel.
Nos miran los pájaros
con las niñas irisadas,
nosotros los observamos
con pupilas inundadas.
Se aman los pájaros
a la vista de todos;
nosotros nos amamos
volando en nuestro mundo.
Los pájaros nos miran
con pupilas inundadas,
nosotros y ellos.
OCELLS
Ens miren els ocells ;
ajunten els becs,
nosaltres els llavis.
Els ocells es canten,
nosaltres xiuxiuegem
mirant-nos l’un a l’altre.
Els ocells, dalt la branca
d’un vell arbre que els acull;
nosaltres, sense niu.
Ens envegem els ocells,
malgrat no ens veuen volar,
amb l’amor a flor de pell.
Ens miren els ocells
amb ninetes irisades,
nosaltres els guaitem
amb pupil·les inundades.
S’estimen els ocells
a la vista de tothom;
nosaltres ens amem
volant al nostre món.
Ens miren els ocells
amb ninetes inundades,
nosaltres i ells.
16 d’agost de 2010
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Vuelo supremo
Quiero vivir la vida aventurera
de los errantes pájaros marinos;
no tener, para ir a otra ribera,
la prosaica visión de los caminos.
Poder volar cuando la tarde muera
entre fugaces lampos ambarinos
y oponer a los raudos torbellinos
el ala fuerte y la mirada fiera.
Huir de todo lo que sea humano;
embriagarme de azul...Ser soberano
de dos inmensidades: mar y cielo,
y cuando sienta el corazón cansado
morir sobre un peñón abandonado
con las alas abiertas para el vuelo.
En la cintura de los pajaros
Yo se que tu voz viene
de los montes verdes
cruza entre las ramas secas y
puede levantar los petalos caidos
Yo se que tus ojos son
del color del rocio
tu mirada que se mezcla con
la humedad de la tierra caliente
Yo se que tu aliento va
montado en la cintura
de los pajaros que le roban
a las abejas su dulce sueño
Yo se que tu cansancio va
a encontrarse en el trigal
con las sombras de la noche y
despues bañarse en soledad
de los montes verdes
cruza entre las ramas secas y
puede levantar los petalos caidos
Yo se que tus ojos son
del color del rocio
tu mirada que se mezcla con
la humedad de la tierra caliente
Yo se que tu aliento va
montado en la cintura
de los pajaros que le roban
a las abejas su dulce sueño
Yo se que tu cansancio va
a encontrarse en el trigal
con las sombras de la noche y
despues bañarse en soledad
lunes, 30 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
Cante jondo.
¿Qué pájaro será aquel
que canta en la verde oliva?
corre y dile que se calle
que su cante me lastima...
Etiquetas:
El pájaro canta hasta...,
Natasha Newton
lunes, 23 de agosto de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
Los pollitos
Son preciosos
mis pollitos
menuditos.
Son tan tiernos,
tan chiquitos,
tan sedosos,
tan finitos,
que en el mundo
no hay pollitos
tan bonitos.
Pían, corren,
hurgan, saltan,
buscan, chillan,
vienen, van,
se pelean
como locos
por un pedazo
de pan.
La señora
doña Clueca
los vigila
sin cesar.
Los defiende
de los gatos
y los saca
a pasear.
Son tan tiernos,
tan chiquitos,
tan sedosos,
tan finitos,
que en el mundo
no hay pollitos
más graciosos
más bonitos
que mis pollos
menuditos.
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¿Huevo o gallina?,
Olegario Víctor Andrade
Nido de cóndores
I
En la negra tiniebla se destaca,
como un brazo extendido hacia el vacío
para imponer silencio a sus rumores,
un peñasco sombrío.
Blanca venda de nieve lo circunda,
de nieve que gotea
como la negra sangre de una herida,
abierta en la pelea.
¡Todo es silencio en torno! Hasta las nubes
van pasando, calladas,
como tropas de espectros, que dispersan
las ráfagas heladas.
¡Todo es silencio en torno! Pero hay algo
en el peñasco mismo,
que se mueve y palpita cual si fuera
el corazón enfermo del abismo.
Es un nido de cóndores, colgado
de su cuello gigante,
que el viento de las cumbres balancea
como un pendón flotante.
Es un nido de cóndores andinos
en cuyo negro seno
parece que fermentan las borrascas,
y que dormita el trueno.
Aquella negra masa se estremece
con inquietud extraña:
¡Es que sueña con algo que lo agita
el viejo morador de la montaña!
No sueña con el valle ni la sierra
de encantadoras galas;
ni menos con la espuma del torrente
que humedeció sus alas.
No sueña con el pico inaccesible
que en la noche se inflama
despeñando por riscos y quebradas
sus témpanos de llama.
No sueña con la nube voladora
que pasó en la mañana
arrastrando en los campos del espacio
su túnica de grana.
Muchas nubes pasaron a su vista,
holló muchos volcanes;
su plumaje mojaron y rizaron
torrentes y huracanes.
Es algo más querido lo que causa
su agitación extraña:
¡Un recuerdo que bulle en la cabeza
del viejo morador de la montaña!
En la tarde anterior, cuando volvía,
vencedor inclemente,
trayendo los despojos palpitantes
en la garra potente,
bajaban dos viajeros presurosos
la rápida ladera;
un niño y un anciano de alta talla
y blanca cabellera.
Hablaban en voz alta, y el anciano,
con acento vibrante,
"¡Vendrá, exclamaba, el héroe predilecto
de esta cumbre gigante!".
El cóndor, al oírlo, batió el vuelo;
lanzó ronco graznido,
y fue a posar el ala fatigada
sobre el desierto nido.
Inquieto, tembloroso, como herido
de fúnebre congoja,
pasó la noche, y sorprendiólo el alba
con su pupila roja.
II
Enjambres de recuerdos punzadores
pasaban en tropel por su memoria,
recuerdos de otros tiempos de esplendores,
de otros tiempos de glorias,
en que era breve espacio a su ardimiento
la anchurosa región del vago viento.
Blanco el cuello y el ala reluciente,
iba en pos de la niebla fugitiva,
dando caza a las nubes en oriente;
o con mirada altiva
en la garra pujante se apoyaba
cual se apoya un titán sobre su clava.
Una mañana, ¡inolvidable día!,
ya iba a soltar el vuelo soberano
para surcar la inmensidad sombría,
y descender al llano
a celebrar con ansia convulsiva
su sangriento festín de carne viva,
cuando sintió un rumor nunca escuchado
en las hondas gargantas de occidente:
el rumor del torrente desatado,
la cólera rugiente
del volcán que, en horrible paroxismo,
se revuelca en el fondo del abismo.
Choque de armas y cánticos de guerra
resonaron después. Relincho agudo
lanzó el corcel de la argentina tierra
desde el peñasco mudo,
y vibraron los bélicos clarines,
del Ande gigantesco en los confines.
Crecida muchedumbre se agolpaba,
cual las ondas del mar en sus linderos;
infantes y jinetes avanzaban,
desnudos los aceros,
y, atónita al sentirlos, la montaña
bajó la frente y desgarró su entraña.
¿Dónde van? ¿Dónde van? Dios los empuja,
amor de Patria y libertad los guía:
¡donde más fuerte la tormenta ruja,
donde la onda bravía
más ruda azote el piélago profundo,
van a morir o libertar un mundo!
III
Pensativo, a su frente, cual si fuera
en muda discusión con el destino,
iba el héroe inmortal que en la ribera
del gran río argentino
al león hispano asió de la melena
y lo arrastró por la sangrienta arena.
El cóndor lo miró, voló del Ande
a la cresta más alta, repitiendo
con estridente grito: "¡Este es el grande!".
Y San Martín, oyendo,
cual si fuera el presagio de la historia,
Dijo a su vez: "¡Mirad! ¡Esa es mi gloria!".
IV
Siempre batiendo el ala silbadora,
cabalgando en las nubes y en los vientos,
lo halló la noche y sorprendió la aurora;
y a sus roncos acentos,
tembló de espanto el español sereno
en los umbrales del hogar ajeno.
Un día... se detuvo; había sentido
el estridor de la feroz pelea;
viento de tempestad llevó a su oído
rugidos de marea;
y descendió a la cumbre de una sierra,
la corva garra abierta, en son de guerra.
¡Porfiada era la lid! Por las laderas
bajaban los bizarros batallones,
y penachos, espadas y cimeras,
cureñas y cañones,
como heridos de un vértigo tremendo,
¡en la cima fatal iban cayendo!
¡Porfiada era la lid! En la humareda
la enseña de los libres ondeaba,
acariciada por la brisa leda
que sus pliegues hinchaba:
y al fin entre relámpagos de gloria,
¡vino a alzarla en sus brazos la victoria!
Lanzó el cóndor un grito de alegría,
grito inmenso de júbilo salvaje;
y, desplegando en la extensión vacía
su vistoso plumaje,
fue esparciendo por sierras y por llanos
jirones de estandartes castellanos.
V
Desde entonces, jinete del vacío,
cabalgando en nublados y huracanes
en la cumbre, en el páramo sombrío,
tras hielos y volcanes,
fue siguiendo los vívidos fulgores
de la bandera azul de sus amores.
La vio al borde del mar, que se empinaba
para verla pasar, y que en la lira
del bronce de sus olas entonaba,
como un grito de ira,
el himno con que rompen las cadenas
de su cárcel de rocas y de arenas.
La vio en Maipú, en Junín y hasta en aquella
noche de maldición, noche de duelo,
en que desapareció como una estrella
tras las nubes del cielo;
¡y al compás de sus lúgubres graznidos
fue sembrando el espanto en los dormidos!
¡Siempre tras ella, siempre!, hasta que un día
la luz de un nuevo sol alumbró al mundo,
el sol de libertad que aparecía
tras nublado profundo,
y envuelto en su magnífica vislumbre,
¡tornó soberbio a la nativa cumbre!
VI
¡Cuántos recuerdos despertó el viajero,
en el calvo señor de la montaña!
Por eso se agitaba entre su nido
con inquietud extraña;
y, al beso de la luz del sol naciente,
volvió otra vez a sacudir las alas
y a perderse en las nubes del oriente!
¿A dónde va? ¿Qué vértigo lo lleva?
¿Qué engañosa ilusión nubla sus ojos?
Va a esperar del Atlántico en la orilla,
los sagrados despojos
de aquél gran vencedor de vencedores,
a cuyo solo nombre se postraban
tiranos y opresores.
Va a posarse en la cresta de una roca,
batida por las ondas y los vientos,
¡Allá donde se queja la ribera
con amargo lamento
porque sintió pasar planta extranjera
y no sintió tronar el escarmiento!
¡Y allá estará! Cuando la nave asome
portadora del héroe y de la gloria.
Cuando el mar patagón alce a su paso
los himnos de victoria,
volverá a saludarlo, como un día
en la cumbre del Ande,
para decir al mundo: ¡Éste es el grande!
lunes, 21 de junio de 2010
El tilonorrinco de Nueva Guinea (Bowerbird: Ptilonorhynchus violaceus)
"El "Tilonorrinco" (Bowerbird)macho de Nueva Guinea es el único ejemplo de una adaptación animal que se aproxima a la creación artística humana. Su comportamiento podría considerarse, desde una mirada humana, artístico:
Su nido emparrado, que puede medir dos metros de alto o incluso más, está decorado con gran esmero, tanto en el interior como en el exterior. En el suelo y en las paredes interiores, el ave dispone de bellotas, hojas, varias flores, bayas, plumas brillantes de otros pájaros, cascarones iridiscentes de escarabajos y, si entra dentro de sus posibilidades, incorpora desechos humanos a su nido: restos de paquetes de cigarrillos, tapones de botella, papel de aluminio u hojas de revistas.
Cuando todo está dispuesto, abre su nido emparrado al crítico más exigente: la tilonorrinco hembra. Sólo cuando la decoración de la "casa" satisface sus baremos de calidad, ésta le otorga al creador de esa obra el derecho de aparearse con él.
Lo verdaderamente extraordinario de esta clase de ave es que un sexo crea un objeto decorativo, abierto a la imaginación, y el sexo opuesto lo contempla con ojos críticos... La otra especie animal que realiza algo parecido a lo que hace el tilonorrinco... es la nuestra!!!
El deseo de impresionar a un individuo del sexo opuesto (para emparejarse con él) con muestras de creatividad artística o exhibiendo la propiedad de objetos curiosos dispuestos con cierto gusto, no nos es desconocido: ("¿Te gustaría venir a casa para ver mis libros, pinturas, adornos, muebles...?).
Pero mientras esbozamos una sonrisa será mejor que no nos olvidemos de las diferencias. El tilonorrinco no se muestra interesado por su creación cuando ésta ya ha cumplido su objetivo. Los nidos se construyen para satisfacer el juicio crítico de la hembra con una única finalidad. No forman parte de una cultura artística que deba conservarse, debatirse y apreciarse más allá del ámbito del apareamiento. En efecto, los nidos emparrados de Nueva Guinea son productos evolutivos que nos recuerdan a las torres Watts de Simon Rodia o a la Sagrada Familia de Antonio Gaudí en Barcelona. Pero estos logros arquitectónicos son diferentes en lo esencial, ya que parten del contexto de la cultura humana y la identidad sobre uno mismo". ("El instinto del arte" de Denis Dutton.
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sábado, 19 de junio de 2010
El albatros
Por diversión, a veces, los marineros cazan
algún albatros, grandes pájaros de los mares,
que siguen, indolentes compañeros de viaje,
al barco que navega sobre abismos amargos.
Ni bien los dejan sobre las planchas de cubierta,
esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
arrastran, lastimosos, sus grandes alas blancas
al costado del cuerpo, como si fueran remos.
¡Ese viajero alado, qué tosco ahora, y qué enclenque!
¡Tan bello hace un instante, qué feo y qué ridículo!
Para burlarse, uno le da a fumar en pipa;
otro, haciéndose el rengo, imita al que volaba.
El poeta es semejante al señor de las nubes,
que vive en la tormenta y se ríe del arquero;
exiliado en el suelo, abucheado por todos,
sus alas de gigante le impiden caminar.
(Traducción: Ezequiel Zaidenwerg )
sábado, 8 de mayo de 2010
Canción de los horneros
En la cumbrera'e mi rancho
anidaron dos horneros
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo
juntos los hallo en el campo
y el campo parece de ellos
Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos
yo no sé si a mí me miran
con lástima o con desprecio
Ni se asustan cuando paso,
como si yo fuera un perro
que ni estorbo ni hago daño
y me dejan andar suelto
Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo;
enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro
¡Rogále a Dios, hornerito,
que no te pase lo mismo!
anidaron dos horneros
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo
juntos los hallo en el campo
y el campo parece de ellos
Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos
yo no sé si a mí me miran
con lástima o con desprecio
Ni se asustan cuando paso,
como si yo fuera un perro
que ni estorbo ni hago daño
y me dejan andar suelto
Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo;
enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro
¡Rogále a Dios, hornerito,
que no te pase lo mismo!
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jueves, 6 de mayo de 2010
jueves, 29 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Se equivocó la paloma
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Se equivocaba.
Por ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
sábado, 17 de abril de 2010
Dos palomitas
Dos palomitas se lamentaban llorando,
Y una a la otra se consolaban, diciendo:
¿Quién te ha cortado tus bellas alas, paloma?
¿O algún falsario ha sorprendido tu vuelo?
Dos palomitas se lamentaban llorando,
Y una a la otra se consolaban, diciendo:
¿Quién te ha cortado tus bellas alas, paloma?
¿O algún corsario ha sorprendido tu vuelo?
La la larala, la la larala, la la la
La la larala, la la larala, la la la
¿Quién te ha cortado tus bellas alas, paloma?
¿O algún corsario ha sorprendido tu vuelo?
Ay, ay, ay... paloma...
¿O algun corsario ha sorprendido tu vuelo?
Dos palomitas se lamentaban llorando,
Y una a la otra se consolaban, diciendo:
¿Quién te ha cortado tus bellas alas, paloma?
¿O algún corsario ha sorprendido tu vuelo?
Ay, ay, ay... paloma...
¿O algun corsario ha sorprendido tu vuelo?
El Zorzalito
Salió del nido una tarde de verano, dio un revuelo con sus alas todavía un poco inseguras, se sentó en la copa del aguaribay, emitió un silbido agudo que hizo callar atento a todo el monte, y después ensayó un gorjeo y luego un trino que salió lleno y limpio como el viento de la tarde entre las hojas.
El mismo extrañaba la potencia y agilidad de su garganta. La Calandria, para oírlo mejor, voló hasta su rama en silencio. El Zozalito entusiasmado había iniciado una magnifica sinfonía. El zumbido de la brisa, las quejas de las hojas, la orquesta rumorosa del amanecer, el aliento de la noche estrellada, el grito de los árboles bajo el sacudón de la tormenta, todas las hondas y se vertieron en el silencio crepuscular convertidas en sonidos tan hermosos que la Calandria creyó que ella misma nunca había entendido el monte hasta el momento…
Calló el Zorzalito y se hizo silencio armonioso en el monte. Y entonces un gorrión superficial que no entendía de música, exclamó bruscamente:
- Qué feo queda. Cuando hincha la garganta parece un sapo.
Y la Calandria, el Jilguero, el Tordo, el Cardenal y el Boyero, que entendían de música, arrobados en su admiración, no dijeron nada.
El Zorzalito levantó el vuelo todo cortado, y se perdió a lo lejos convencido de haber hecho un papelón. Y desde aquel día ya no cantó jamás. Porque cuando el corazón le pedía canto, le venía a la mente la imagen de la garganta del sapo y el alma se le caía a los pies, amargado para siempre por aquella primera y repentina desilusión…
Los que entienden, que alaben a los que valen, no sea que vengan los que no valen y se hagan dueños del mundo.
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lunes, 12 de abril de 2010
lunes, 5 de abril de 2010
Los pájaros perdidos
Amo los pájaros perdidos
que vuelan desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podre recuperar.
Vuelven de nuevo los recuerdos
las horas jóvenes que di
y desde el mar llega un fantasma
hecho de cosas que ame y perdí.
Todo fue un sueño
un sueño que perdimos
como perdimos
los pájaros y el mar.
Un sueño breve y antiguo
como el tiempo
que los espejos
no pueden reflejar.
Después busqué
perderte en tantas otras
y aquella otra
y todas eras vos.
Al fin logré reconocer
cuando un adiós es un adiós
la soledad me devoró y fuimos dos.
Vuelven los pájaros nocturnos
que vuelan ciegos sobre el mar;
la noche entera es un espejo
que me devuelve tu soledad.
Soy sólo un pajaro perdido
que vuelve desde el más allá
a confundirse con un cielo
que nunca más podré recuperar.
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Mario Trejo
martes, 30 de marzo de 2010
El niño y el canario
Era el canario un primor
y era su dueño un pequeño
que velaba con empeño
los cuidados del cantor.
Era un precioso ejemplar
de color adamascado
era un preso resignado
a la misión de cantar.
Era sensible escuchar
de su garganta sonora
la nota grave que llora
en un constante rolar.
Daba entender su trinar
de que una angustia sufría
porque falto de alegría
era su flauta un penar.
Un cierto día su dueño
el candoroso pequeño
que se solía extaciar
al contemplar los fulgores
de tan divinos colores
y tan hermoso cantar.
Llegó hasta el cielo su queja
porque prendido a la reja
de la pequeña prisión
en lenta y triste agonía
su fiel canario moría
sin comprender la razón.
Preso de un hondo quebranto
subió a sus ojos el llanto
y con infante emoción
sacó de la jaula al preso
posó de su boca un beso
sobre su rosado plumón
y en su mano temblorosa
quedó dormida una rosa
que tenía un corazón.
La cajita de madera
la misma que contuviera
la misma que contuviera
lapicitos de color.
Fue la morada postrera
de aquel que en su vida fuera
de aquel que en su vida fuera
su más preciado valor.
Y en el jardín de su casa
a distancia muy escasa
a distancia muy escasa
de un legendario nogal.
Lloró la pobre criatura
Lloró la pobre criatura
al cavar la sepultura
de su cantor sin igual
y era su dueño un pequeño
que velaba con empeño
los cuidados del cantor.
Era un precioso ejemplar
de color adamascado
era un preso resignado
a la misión de cantar.
Era sensible escuchar
de su garganta sonora
la nota grave que llora
en un constante rolar.
Daba entender su trinar
de que una angustia sufría
porque falto de alegría
era su flauta un penar.
Un cierto día su dueño
el candoroso pequeño
que se solía extaciar
al contemplar los fulgores
de tan divinos colores
y tan hermoso cantar.
Llegó hasta el cielo su queja
porque prendido a la reja
de la pequeña prisión
en lenta y triste agonía
su fiel canario moría
sin comprender la razón.
Preso de un hondo quebranto
subió a sus ojos el llanto
y con infante emoción
sacó de la jaula al preso
posó de su boca un beso
sobre su rosado plumón
y en su mano temblorosa
quedó dormida una rosa
que tenía un corazón.
La cajita de madera
la misma que contuviera
la misma que contuviera
lapicitos de color.
Fue la morada postrera
de aquel que en su vida fuera
de aquel que en su vida fuera
su más preciado valor.
Y en el jardín de su casa
a distancia muy escasa
a distancia muy escasa
de un legendario nogal.
Lloró la pobre criatura
Lloró la pobre criatura
al cavar la sepultura
de su cantor sin igual
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Los pájaros
Los pájaros no tienen dientes,
Con el pico se apañan.
Los pájaros pescan peces
Sin red ni caña.
Los pájaros, como los ángeles,
Tienen alas.
Los pájaros son artistas
Cuando cantan.
Los pájaros colorean el aire
Por la mañana.
Por la noche
Son músicos dormidos
En las ramas.
Da pena ver a un pájaro en la jaula.
Con el pico se apañan.
Los pájaros pescan peces
Sin red ni caña.
Los pájaros, como los ángeles,
Tienen alas.
Los pájaros son artistas
Cuando cantan.
Los pájaros colorean el aire
Por la mañana.
Por la noche
Son músicos dormidos
En las ramas.
Da pena ver a un pájaro en la jaula.
martes, 23 de marzo de 2010
El canto de los pájaros.
El cant dels ocells
Al veure despuntar
el major lluminar,
en la nit més ditxosa,
els aucellets cantant
a festejar-lo van
amb sa veu melindrosa.
I l’àguila imperial,
se’n vola cel endalt
cantant amb melodia
dient: – Jesús és nat
per treure’ns de pecat
i dar-nos alegria.
Respon-li bé el pardal
- Avui, nit de Nadal
és nit de gran contento!
El verdum i el lluer
diuen cantant també:
– Oh, que alegria sento!
I canta el passarell:
– Oh, que hermós i que bell
és l’Infant de Maria!
Li respon ara el tord,
– Vençuda és la mort,
i naix la vida mia!
Murmura el rossinyol:
– És més bonic que el sol,
més brilliant que una estrella.
La cotxa i el bitxac,
festegen al manyac
– i a sa Mare donzella.
Refila el reietó
per glòria del Senyor,
filant amb biçarria.
El canari segueix.
Llur música pareix
celestial melodia.
Ja n’entra el cotoliu
dient: - Aucells, veniu
a festejar l’aurora.
I la merla, xiulant,
anava festejant
a la més gran Senyora.
L’estiverola diu:
– Ja no és hivern ni estiu,
sinó que és primavera
puix que és nada una flor
que exhala tal olor
que omple la terra entera.
Cantava el francolí:
– Aucells: qui vol venir
avui, a trenc de dia,
a veure el Gran Senyor
amb sa gran resplendor
a dins d’una establia?
Picots i borroners
volen entre els fruiters
cantant llurs alegries;
la guatlla i el cucut
del molt lluny han vingut
per contemplâ el Messies.
Vé xiluant el puput:
– Eixa nit ha vingut
el Rei de més grandesa.
La tórtora i el colom,
admiren a tothom
cantant sense tristesa.
I canta la perdiu:
– Me’n vaig a fê el meu niu
a dins de l’establia,
per veure bé l’Infant
com està tremolant
en braços de Maria.
La garsa, griva i gaig
diuen: – Ara vé el maig!
Respon la cadernera:
– Tot arbre reverdeix,
tota planta floreix,
com si fos la primavera.
Xiuxiueja el pinsà:
– Glòria avui i demà;
sento immensa alegria,
de veure el Diamant
tan hermós i brillant
en braços de Maria.
El xut, també el mussol,
en veure eixir el sol,
confosos se retiren;
el gamarús i el duc
diuen: – Mirar no puc;
tals resplendors m’admiren.
El canto de los pájaros
Al ver despuntar
el mayor resplandor
en la noche más dichosa
los pajaritos van
a cantarle con su
voz melodiosa.
El águila imperial
va por los aires,
cantando una melodía,
diciendo: Jesús ha nacido
para librarnos del pecado
y darnos Alegría.
Le responde el gorrión:
Esta noche es Navidad,
es noche de gran contento.
El verderón y el lugano dicen,
cantando también:
¡Oh, qué alegría siento!
Cantaba el pardillo:
¡Oh, qué hermoso y qué bello
es el Hijo de María!
Y el zorzal alegre:
Vencida está la muerte,
ya nace en mi la Vida.
Cantaba el ruiseñor:
Es hermoso como un sol,
brillante como una estrella.
El colirrojo y la tarabilla
celebran la criatura
y su Madre doncella.
Cantaba el reyezuelo
para gloria del Señor,
inflado de gallardía;
el canario continúa:
su música parece
del Cielo gran melodía.
Ya entran el totovía
diciendo: Pájaros venid
a festejar la aurora!
Y el Merlot, silbando,
iba festejando
a la más grande Señora.
El herrerillo dice:
No es invierno ni verano
sino que es primavera;
pues que nada es una flor
que por todas da olor
y llena la tierra entera.
Cantaba el francolí:
Pájaros que quereis venir
hoy al amanecer
a ver al gran Señor
con su gran resplandor
dentro de un establo?
Carpinteros y camachuelos
vuelan entre los frutales
cantando sus alegrías;
la codorniz y el cuco
de muy lejos han venido
para contemplar al Mesías.
Viene cantando la abubilla:
Esa noche ha venido
el Rey con más grandeza!
La tórtola y la paloma
admiran a todos
cantando sin tristeza.
Cantaba la perdiz
me voy a hacer el nido
dentro de aquel establo,
para ver al Niño
como está en brazos
de María temblando.
La garza, el charlo y el arrendajo
dicen: Ya viene el mayo.
Responde el jilguero:
Todo árbol reverdece,
toda planta florece,
como si primavera fuese.
Susurra el pinzón:
Gloria hoy y mañana;
siento gran alegría
de ver el diamante
tan hermoso y brillante
en los brazos de María.
El autillo y el mochuelo
al ver salir el sol
confundidos se retiran.
El cárabo y el búho real
dicen: Mirar no puedo;
tales resplandores me admiran!
-----------------------------------------
Esta letra medioeval nombra 32 especies de aves diferentes, a saber:
1) Águila imperial
2) Gorrión:
3) Verderón
4) Lugano:
5) Pardillo
6) Zorzal
7) Ruiseñor
8) Colirrojo
9) Tarabilla
10) Reyezuelo
11) Canario
12) Totovía
13) Merlot
14) Herrerillo
15) Francolí
16) Carpinteros
17) Camachuelos
18) Codorniz
19) Cuco
20) Abubilla
21) Tórtola
22) Paloma
23) Perdiz
24) Garza
25) Charlo
26) Arrendajo
27) Jilguero
28) Pinzón
29) Autillo
30) Mochuelo
31) Cárabo
32) Bhúo real
Esta letra medioeval nombra 32 especies de aves diferentes, a saber:
1) Águila imperial
2) Gorrión:
3) Verderón
4) Lugano:
5) Pardillo
6) Zorzal
7) Ruiseñor
8) Colirrojo
9) Tarabilla
10) Reyezuelo
11) Canario
12) Totovía
13) Merlot
14) Herrerillo
15) Francolí
16) Carpinteros
17) Camachuelos
18) Codorniz
19) Cuco
20) Abubilla
21) Tórtola
22) Paloma
23) Perdiz
24) Garza
25) Charlo
26) Arrendajo
27) Jilguero
28) Pinzón
29) Autillo
30) Mochuelo
31) Cárabo
32) Bhúo real
A dónde van los pájaros que mueren
Adonde van los pájaros que mueren,
que de pequeño en las calles no encontré
y desvelé mi sueño por los sueños
siempre buscando ese lugar que nunca hallé.
Adonde van los pájaros que mueren
mi amor de pájaro si muere adonde irá,
yo pienso que ha de retornar
por el silencio de la flor,
en la ternura de los niños
y en las cosas que amo yo.
Mira si hasta en tu piel hay un temblor de golondrina
y por mi sangre tengo pájaros que anidan
si yo reclamo de tu boca un poco de tu amor.
Sabes por eso no los encontré en las calles,
ni por mis sueños, ni en ninguna parte
si están en ti y en mi.
Por eso cuando canto yo suelto pájaros al viento
se que volverán quizás en los hijos,
a veces en los besos o en todas las letras
si te digo te quiero, te quiero, te quiero.
que de pequeño en las calles no encontré
y desvelé mi sueño por los sueños
siempre buscando ese lugar que nunca hallé.
Adonde van los pájaros que mueren
mi amor de pájaro si muere adonde irá,
yo pienso que ha de retornar
por el silencio de la flor,
en la ternura de los niños
y en las cosas que amo yo.
Mira si hasta en tu piel hay un temblor de golondrina
y por mi sangre tengo pájaros que anidan
si yo reclamo de tu boca un poco de tu amor.
Sabes por eso no los encontré en las calles,
ni por mis sueños, ni en ninguna parte
si están en ti y en mi.
Por eso cuando canto yo suelto pájaros al viento
se que volverán quizás en los hijos,
a veces en los besos o en todas las letras
si te digo te quiero, te quiero, te quiero.
jueves, 18 de marzo de 2010
A una paloma
Palomita blanca,
Vidalitá,
De ojito rosado,
Antes te cantaba,
Vidalitá,
Como enamorado.
Palomita linda,
Vidalitá,
Palomita triste,
Qué poco te queda,
Vidalitá,
De lo que antes fuiste.
Palomita flaca,
Vidalitá,
De piquito hambriento,
Todas las plumitas,
Vidalitá,
Te las llevó el viento.
Es un viento malo,
Vidalitá,
Es un viento frío,
Te dejó sin plumas,
Vidalitá,
Y el buche vacío.
Palomita zonza,
Vidalitá,
De piquito bobo,
Cuidá de tu nido,
Vidalitá,
Que anda suelto el lobo.
Pobre palomita,
Vidalitá,
De vuelo perdido,
Si no le hacés frente,
Vidalitá,
Te deshace el nido.
Palomita linda,
Vidalitá,
Palomita fea,
Aprontá el piquito,
Vidalitá,
Para la pelea.
Palomita enferma,
Vidalitá,
De alita quebrada,
Si no sacás fuerzas,
Vidalitá,
Te quedás sin nada.
Palomita negra,
Vidalitá,
De piquito rojo,
Crecé, palomita,
Vidalitá,
Sácale los ojos.
Crecé tus alitas,
Vidalitá,
Crecé el corazón,
Crecé, palomita,
Vidalitá,
Y volvete halcón.
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Canción uruguaya,
Daniel Viglietti,
Paloma
Pajarillo verde
Pajarillo verde como no quieres que llore
pajarillo verde como no voy a llorar...
Pajarillo verde como no quieres que llore
pajarillo verde como no voy a llorar. bis
Ay, ay, ay! si una sola vida tengo
pajarillo verde y me la quieren quitar. bis
Pajarillo verde como no quieres que llore
pajarillo verde como no voy a llorar. bis
Ay, ay, ay! sin los grillos que me cantan
pajarillo verde ya no me cantarán más. bis
Pajarillo verde ayer fuiste a cortar leña
pajarillo verde pasaste por mi sembrado .bis
Ay, ay, ay! si todo el mundo lo supo
pajarillo verde será de alguna manera. bis
Pajarillo verde qué te puede dar un indio
pajarillo verde solo una amistad sincera. bis
Ay, ay, ay! tú me colmas de consejos
pajarillo verde, que la vida te enseñó. bis
La rai la la ra la la ra la ra ra...
pajarillo verde, pajarillo..
oh, oh, oh, oh....
pajarillo verde como no voy a llorar...
Pajarillo verde como no quieres que llore
pajarillo verde como no voy a llorar. bis
Ay, ay, ay! si una sola vida tengo
pajarillo verde y me la quieren quitar. bis
Pajarillo verde como no quieres que llore
pajarillo verde como no voy a llorar. bis
Ay, ay, ay! sin los grillos que me cantan
pajarillo verde ya no me cantarán más. bis
Pajarillo verde ayer fuiste a cortar leña
pajarillo verde pasaste por mi sembrado .bis
Ay, ay, ay! si todo el mundo lo supo
pajarillo verde será de alguna manera. bis
Pajarillo verde qué te puede dar un indio
pajarillo verde solo una amistad sincera. bis
Ay, ay, ay! tú me colmas de consejos
pajarillo verde, que la vida te enseñó. bis
La rai la la ra la la ra la ra ra...
pajarillo verde, pajarillo..
oh, oh, oh, oh....
La calandria
En una jaula de oro pendiente de un balcón
se hallaba una calandria cantando su dolor
hasta que un gorrioncillo a su jaula llegó
si usted puede sacarme con usted yo me voy
El pobre gorrioncillo de ella se enamoró
el pobre como pudo los alambres rompió
y la ingrata calandria después que la sacó
tan luego se vio libre voló, voló y voló
El pobre gorrioncillo todavía la siguió
pa' ver si le cumplía lo que le prometió
la malvada calandria esto le contestó
yo a usted ni lo conozco ni presa he sido yo
Muy triste el gorrioncillo luego se regresó
se paró en el manzano lloró, lloró, lloró
y ahora en esa jaula pendiente del balcón
se encuentra el gorrioncillo cantando su pasión.
En una jaula de oro pendiente de un balcón
se hallaba una calandria cantando su dolor
hasta que un gorrioncillo a su jaula llegó
si usted puede sacarme con usted yo me voy
El pobre gorrioncillo de ella se enamoró
el pobre como pudo los alambres rompió
y la ingrata calandria después que la sacó
tan luego se vio libre voló, voló y voló
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Calandria,
Canción mexicana,
Gorrión,
Luis Perez Meza
El gavilán pollero
Se llevó mi polla el gavilán pollero
la pollita que mas quiero
que me sirvan otra copa cantinero
sin mipolla yo me muero.
Se llevó mi polla el gavilán pollero
la pollita q mas quiero
que me sirvan ota copa cantinero
sin mi polla yo me muero.
Gavilán,gavilán,gavilán
te llevastes a mi polla gavilán
si tu vuelves mi polla para aca;
yo te doy todito el gallinero.
gavilán, gavilán gavilán,
te llevastes mi polla gavilán;
si tu vuelves mi polla para acá
yo te doy todito el gallinero.
martes, 16 de marzo de 2010
La fundación de los días
Es el primero. Cuando se acerca el fin de la noche, el desafinado rompe el silencio. El desafinado, que jamás se cansa, despierta a los maestros cantores. Y antes de la primera luz todos los pájaros del mundo inician su serenata en la ventana, volando sobre las flores que se les parecen.
Algunos cantan por amor al arte. Otros trasmiten noticias, o cuentan chismes o chistes, o echan discursos, o proclaman alegrías. Pero todos, los artistas , los periodistas, los chismosos, los chistosos, los latosos y los loquitos se unen en una sola algarabía a plena orquesta.
¿Los pájaros anuncian la mañana? ¿O cantando la hacen?
de "Bocas del tiempo"
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Eduardo Galeano,
El pájaro canta hasta...
Oración
¡Padre que estás en los cielos! De ti solamente viene el don bueno y perfecto; es obvio que también ha de ser provechoso ajustarse a las directrices y enseñanzas de aquellos a quienes hayas designado para maestros de los hombres, para guías del afligido. Por eso, ¡se propicio para que el afligido aprenda de verdad de los maestros divinamente instituidos: de los lirios del campo y de las aves del cielo! Amén
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Ave llena de gracia,
Soren Kierkegaard
El ombú de los pájaros libres
Técnica: calado, soldado, sobrepuesto y cincelado.
Toda la pieza fue realizada en plata 925.
Blog del orfebre: http://luisdariochavez.blogspot.com
Etiquetas:
arte de pájaros,
Luis Darío Chavez
Como un gorrión
Es menuda como un soplo
y tiene el pelo marrón
y un aire entre tierno y triste
como un gorrión.
Le gusta andar por las ramas
ir de balcón en balcón
sin que nadie le eche mano
como un gorrión.
Nació libre como el viento,
no tiene amo ni patrón
y se mueve por instinto
como un gorrión.
Pajarillo pardo...
En la Carrera
de San Bernardo,
quedó tu nido seco y vacío
quizá algún niño ya lo robó.
Pajarillo errante
que bebe el agua de los estanques
y de mi mano jamás comió.
Y no le vende al alpiste
su calor ni su canción
por ahí busca su lechuga
como un gorrión.
Y le da pena el canario
pero no envidia a un halcón.
Le gusta volar bajito
como un gorrión.
Y tutearse con las nubes
y dormir en el rincón
donde no llegan los gatos
como un gorrión.
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canción española,
Gorrión,
Joan Manuel Serrat
martes, 9 de marzo de 2010
Gorrioncillo pecho amarillo
Revoloteando el nido destruido,
un gorrioncillo pecho amarillo,
con sus alitas casi sangrando
su pajarita anda buscando.
Cuando se cansa se para y canta
y hasta parece que está llorando,
cuando se aleja se va cantando
solo Dios sabe que va llorando...
¡Hay pajarillo!! un gorrioncillo pecho amarillo
nomas de verte ya estoy llorando
porque Dios sabe al estar mirando
que ando sangrando igual quee tu...!!!
viernes, 5 de marzo de 2010
martes, 23 de febrero de 2010
Pájaros de barro
Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy cierro yo el libro
de las horas muertas;
hago pájaros de barro...
hago pájaros de barro y los echo a volar.
Por si el tiempo me arrastra
a playas desiertas,
hoy rechazo la bajeza
del abandono y la pena.
Ni una página en blanco más.
Siento el asombro de un transeúnte solitario.
En los mapas me pierdo,
por sus hojas navego.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
···
Ya no subo la cuesta
que me lleva a tu casa,
ya no duerme mi perro junto a tu candela.
En los vértices del tiempo
anidan los sentimientos.
Hoy son pájaros de barro que quieren volar.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo,
cuando no tengo barca, remos, ni guitarra,
cuando ya no canta el ruiseñor de la mañana.
Ahora sopla el viento,
cuando el mar quedó lejos hace tiempo.
En los valles me pierdo,
en las carreteras duermo.
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