jueves, 15 de octubre de 2009
Canto de chingolo
Pobre chingolito,
-vidalitay-
lo tomé del suelo,
no podía volar
-vidalitay-
porque estaba enfermo.
Con mi mano grande
-vidalitay-
con mi mano ruda,
le hice una caricia
-vidalitay-
por sobre las plumas.
No teniendo jaula
-vidalitay-
en donde ponerlo,
lo eché en la guitarra
-vidalitay-
y se quedó quietito.
Bitibío-bío
-vidalitay-
a la media noche,
bitibío-bío
-vidalitay-
lo oímos cantar.
Pero al otro día
-vidalitay-
lo encontramos muerto,
pobre chingolito
-vidalitay-
ay! vidalitay.
Y hoy mi guitarra
-vidalitay-
tiene nueva voz;
la del chingolito
-vidalitay-
que en ella murió.
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