miércoles, 15 de junio de 2011
La tijereta
Ya vuele errática y ligera,
ya pesque al ras un renacuajo,
con el más sorprendente tajo
corta los aires su tijera.
No se oculta ningún tesoro
bajo el paño gris de su capa,
pero su gorra negra tapa
un eréctil capullo de oro.
Su nido expone al huracán
en el gajo m´sa fino y alto,
de donde ve sin sobresalto
al carancho y al gavilán.
Y plantándosele en la nuca,
sin temer su pico de gancho,
ahuyenta al mandria del carancho
hasta raparle la peluca.
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