jueves, 7 de mayo de 2009
El juego de la oca III
“Todos recordamos haber soñado alguna vez que vamos hacia un sitio determinado y que topamos con toda clase de obstáculos en nuestro camino. El camino se vuelve empinado o abrupto, estrecho o bajo; nos encontramos ante puertas cerradas y callejones sin salida; puentes quebradizos, turbios cursos de agua. Otras veces, vemos una figura ás o menos mítica, que acude, ya no para impedirnos la continuación del camino, sino para socorrernos en la adversidad”.
Paolo Santarcangeli:
El libro de los laberintos
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