Inmaculado sudario
envuelto en la soledad
Hermana de caridad
que reza en su escapulario.
Un responso funerario
silabea su garganta
y cuando el vuelo levanta
para empaparse de altura
finge su hermosa figura
la beatitud de una santa.
Pero yo he vivido libre
y sin depender de naides
siempre he cruzao a los aires
como el pájaro sin nido,
cuanto sé lo he aprendido
porque me lo enseñó un "flaire".
1 comentario:
Sin pretender alcanzar el lirismo del poema a la Garza Blanca, contribuyo con este mío, modestamente:
La Garza Blanca
Con un suave aletear, blanca veleta,
se eleva y lentamente gana altura,
cruzando silenciosa la llanura,
la garza blanca, celestial saeta.
Impecable navega hacia su meta,
alarde de diseño y de finura,
es un don generoso de Natura,
que nos muestra orgullosa su silueta.
Y si ella es reina cuando surca el cielo,
al descender es mucho más hermosa;
suavemente aminora ella su vuelo,
se mantiene en suspenso y como diosa,
levita inmóvil sin tocar el suelo,
baja sus patas y al final, se posa.
Eduardo León de la Barra
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