lunes, 20 de abril de 2009
Diario de un cardenal
1.
Entre las hojas oscuras
de la enredadera
el cardenal mostró
el color más vivo
del atardecer.
2.
El cardenal anda
lo más tranquilo:
no hay chicos
que lo corran.
3.
Le das maíz
y viene.
El cardenal ya entiende:
encuentra,
entre nosotros
su hogar.
4.
Quién sabe
por donde,
pero ha entrado
a la pieza.
También yo
me asusto
y golpeo, ciego,
contra los vidrios
y busco salir.
5.
Las gallinas
lo quieren picar.
Y tenés miedo
por el gato,
que finge dormir
cuando campanea
la siesta del cardenal
en la enredadera.
6.
Es lo hermoso,
decís, lo hermoso:
el rojo más vivo
en la cabecita
y el pecho,
como una medalla.
Inmóvil, oculto
tras una chapa,
uno no se cansa
nunca de mirar.
7.
Ya entendemos:
en el cardenal,
en el rojo solar
para siempre
encendido,
late
el hogar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario